Boston Celtics

Muchos, entre los que me incluyo, no se esperaban un final de temporada como el que vivimos la temporada pasada, un final en el que los Celtics fueron protagonistas alcanzando por segunda vez en tres años Las Finales de la NBA, y una vez allí poniendo entre las cuerdas a los Lakers, y quién sabe si la rodilla de Kendrick Perkins hubiese aguatado que habría pasado.

A pesar de una regular season con el freno de mano echado, los veteranísimos Celtics una vez llegaron los PlayOffs tiraron de raza y casta, mostrando a todo el mundo que es eso del Celtic Pride. Pese a todo se quedaron cortos, y afrontaron el verano con dos posibilidades. Alargar el proyecto que les devolvió a la élite, o por el contrario cambiar de tercio y construir en base al magnífico base Rajon Rondo.

Se decidieron por la primera opción, renovando a Paul Pierce, que se salió de su contrato para ser agente libre, para más tarde hacer lo propio con Ray Allen. Por tanto el Big Three que forman junto a Kevin Garnett sigue intacto, a la vez que han conseguido atraer a diferentes agentes libres para ampliar la nómina de grandes nombres de la liga (venidos a menos).

Tras las palabras de Kobe Bryant proclamando que él tenía ya más anillos que Shaq, el propietario de los Celtics, Wyc Grousbeck, convenció a Danny Ainge para afrontar el fichaje de Shaq, y que éste volviese a igualar a Kobe en cuanto a títulos se refiere. Para reforzar el juego interior aún más los Celtics han conseguido hacerse con los servicios del otro O´Neal, Jermaine. Esto unido a un Kendrick Perkins que volverá a las canchas sobre el mes de Febrero deja a los Celtics con uno de los juegos interiores más poderosos de la competición, y es que aunque venidos a menos, el elenco de estrellas acumuladas consigue meter miedo, y es precisamente el juego interior dónde más flaquean los Heat, posiblemente el equipo a batir en el Este.

Pero no se contentaron sólo con reforzar el juego interior, sino que vía draft se hicieron con los servicios de Avery Bradley valorado entre sus compañeros de promoción como el rookie que mejor defensa despliega. Personalmente me gusta este chico, y su defensa unido a su tiro le convierten en un buen fit para jugar junto a Rondo. Además en las últimas fechas han conseguido traer de vuelta a Delonte West, otro jugador que puede jugar desde la posición de 1-2.

Lo cierto es que la plantilla es muy profunda en todas sus posiciones, quizás el punto más flojo es el de alero, pero ahí es donde juega Paul Pierce, por lo que tampoco se puede decir que está mal cubierta la posición.

En el banquillo seguirá Doc Rivers al mando de las operaciones, y nuevamente tendremos a unos Celtics que posiblemente durante la temporada regular conseguirán levantar voces apuntando que son veteranos, y que deben cambiar de proyecto. Pero seguro que otra vez, cuando llegue la hora de la verdad conseguirán dejarnos una vez más con la boca abierta.