viernes, 1 de octubre de 2010

Franquicias Emergentes

Hay tres franquicias en la Conferencia Oeste que se están reconstruyendo desde los cimientos, acumulan cantidad de talento joven, y es en las espaldas de los jóvenes valores donde se apoya todo el proyecto, pero aunque tengan ese punto en común, entre ellas existen varios puntos que las diferencian. ¿Las franquicias? Portland Trail Blazers, Oklahoma City Thunder y Sacramento Kings.

Los Portland Trail Blazers venían de la época más oscura de su historia en los inicios de siglo, la plantilla aunque plagada de talento no estaba exenta de infinidad de problemas extradeportivos, tal es así que incluso se les empezó a llamar los “Jail Blazers”. Pero en el draft del año 2006 la situación se empezó a revertir. En aquel entonces Kevin Pritchard era ayudante del General Manager, y él tuvo mucho que ver en las decisiones que cambiaron el rumbo de la franquicia. Se hicieron con LaMarcus Aldridge y Brandon Roy en sendos traspasos la misma noche del draft, la primera piedra en el cambio de filosofía por parte de la franquicia. Más tarde, en el 2007, Kevin Pritchard fue ascendido a General Manager, y ese mismo año la suerte les sonrió y tuvieron el honor de elegir el #1 del draft, momento en el que había que tomar una decisión muy importante, ¿Oden o Durant?. La elección fue Greg Oden, pívot salido de Ohio St. llamado a ser el nuevo pívot dominante. La euforia era incontenible, y los Blazers se plantaban como equipo joven que en pocos años se convertiría en aspirante al título. Pero en aquel entonces recibieron el primer mazado, Greg Oden se perdería toda la temporada por una microfractura en su rodilla derecha, primera lesión de muchas que privarían a Oden de una continuidad necesaria para el progreso en un jugador tan joven.

Aún así Kevin Pritchard seguía muy agresivo en los despachos, y estaba montando una plantilla verdaderamente profunda, aunque muy joven. Tal era la profundidad que incluso a la larga se tornó bajo mi punto de vista en un inconveniente. Pasaron las temporadas y aunque entraron en los PlayOffs cumpliendo plazos, parecía que faltaba algo, y fue entonces cuando se empezaron a realizar traspasos en busca de valores asentados, aunque las lesiones no dejaron de azotar a los Blazers. Con esto, unido a la destitución de Kevin Pritchard horas antes del draft del 2010 (aunque él fue el encargado en dirigir dicho draft aún despedido), perdieron todo el brillo que tuvieron en su momento álgido, pero por otra parte el talento sigue presente en la franquicia, y ahora que parece que cuentan menos quizás sea cuando de verdad asomen la cabeza en la élite de la Conferencia. Están cómodamente instalados en el grupo perseguidor de los Lakers, pero de todos los equipos en la parte noble quizás sea de quien menos se hable, y por tanto el más peligroso.

Esta nueva temporada todas sus opciones volverán a pasar por la salud de Brandon Roy, el alma del equipo, que tendrá como segundo de abordo nuevamente a LaMarcus Aldridge, jugador del que se espera un paso al frente. Sobre todo se le exigirá jugar más en la pintura, y quien sabe si ese es también su propósito, puesto que se ha presentado en el training camp mucho más musculado, algo que le dará la posibilidad de llevar su juego al lugar dónde le puede convertir en dominante, en el poste bajo, dejando las suspensiones como un recurso más, ¡y vaya recurso!. Al mando de las operaciones estará por segunda temporada Andre Miller, jugador veterano que les dará orden y descargará a Roy de las obligaciones de playmaker. Desde el banquillo para el backcourt saltarán a pista un Bayless que dejó la sensación la temporada pasada que su despegue estaba próximo, y también, en principio Rudy Fernández, y su gran refuerzo del verano, Wesley Mathews, jugador que posiblemente también de descanso al polivalente Nicolas Batum, el alero titular. Y llegamos al puesto de pívot, mucha profundidad, pero también muy poca fiabilidad a causa de las lesiones. Przybilla y Oden no comenzarán la temporada por las lesiones del año pasado. ¿Cómo volverán? Una incógnita. Lo que no plantea una incógnita es la calidad y contraste de la plantilla, capaz de poner en serios apuros a cualquiera ahora que no todos los focos están sobre ellos y se ven liberados de una presión que puede hacer mella.

Por el contrario, los Oklahoma City Thunder es ahora cuando se encuentran en el punto álgido, y debajo de esos focos que comentaba después de tomar el relevo como franquicia joven "de moda".

Empezaron su escalada exactamente en el verano del 2007 siendo aún los Seattle SuperSonics. Con Sam Presti en las oficinas eligieron con el #2 del draft a Kevin Durant, la elección más fácil de todo la ceremonia, simplemente eligieron lo que precisamente los Blazers dejaron dentro del dúo llamado al estrellato. Ese mismo verano se desmanteló toda la franquicia y directamente entregaron la licencia para todo al freshmen del año en la NCAA, y que los aficionados de los Sonics denominaron como "el salvador", aunque finalmente todos sabemos como los Sonics pasaron a conocerse como los Thunder y se mudaron de Seattle dirección Oklahoma. Deportivamente siguieron el modelo de los Blazers construyendo en base al draft con jóvenes jugadores, además de realizar excelentes maniobras en los despachos haciendo valer un amplio conocimiento del convenio colectivo y del espacio salarial que tenían disponible.

La temporada pasada consiguieron adelantar plazos entrando en PlayOffs como octavos clasificados de su conferencia por lo que tuvieron que enfrentarse a los a la postre campeones, Los Angeles Lakers. Las sensaciones que dejaron como equipo fueron excelentes, se les notaba entregados en busca de la victoria, y quizás su único lunar fue la actuación de su máxima estrella, “neutralizada” por Ron Artest y el mecanismo defensivo de los Lakers. Fue un duro golpe, pero a la vez que vencidos para ellos ya era un premio llegar a esos niveles y se sintieron victoriosos, con una ovación cerrada por parte de su público cuando fueron eliminados en su propia cancha en el 6º partido.

Todo lo que demostraron la temporada pasada unido a su progresión por juventud, este año se les llega a colocar como alternativa a los Lakers, y único equipo capaz de plantarles cara. ¿No será demasiado? Por calidad son capaces, pero por juventud creo que el apelativo de alternativa se les queda grande. Hay que ver como soportan esta presión, de la que insisto que Blazers carece, pero algo tengo claro, aún les quedan muchos golpes que recibir que no harán más que forjar su carácter (espero ganador).

Sus piezas más importantes para intentar llenar ese papel que se les otorga vuelven a ser Kevin Durant y Russel Westbrook. Del primero poco hay que decir, mientras que del segundo se espera que tome decisiones más acertadas, sea capaz de dirigir a sus compañeros con más criterio y distribuya el juego de manera eficaz, o lo que es lo mismo, que siga la transición que inició para llegar a ser un base All Star. En la dirección contará con la ayuda de Maynor, uno de los múltiples “hurtos” de Sam Presti haciendo valer su espacio salarial, y completando la rotación perimetral tendrán a James Harden del que se espera sea el referente de la segunda unidad mas Sefolosha, capaz de dar un equilibrio al equipo titular con su asfixiante e inteligente defensa. El juego interior es su posición más débil, carecen de un referente capaz de ser un foco constante de anotación, Krstic no lo es, y aunque tienen jóvenes proyectos como Ibaka o Mullens no se espera que lleguen a ser referencias ofensivas. Vía draft para fortalecer el juego interior consiguieron mediante un traspaso a Cole Aldrich, aunque responde a un perfil similar al que ya había. Dejo para lo último a Jeff Green, porque me parece un jugador clave. No es un cuatro convencional pero ayuda en todas las facetas del juego, y por muchos es el señalado para que o bien pase al banquillo o sea moneda de cambio para la referencia interior que necesitan. Para la primera opción deberían darse prisa, porque la ventana se va cerrando según se van acercando las renovaciones, ya que la maniobrabilidad económica se volatiliza. La segunda opción no me parece viable.

Los Thunder son una gran familia, la clave de todo su éxito es la estrecha amistad que mantienen los miembros de la plantilla, y en esa química tan especial Jeff Green es muy importante, y su salida del equipo podría suponer un punto de inflexión. Está claro que son profesionales y no debiera, pero eso no quita para que pueda ocurrir, porque lo que sí son es personas. A día de hoy franquicia y jugador no han llegado a un acuerdo para la extensión de contrato, y quizás por ahí empiecen a venir los problemas de los Thunder.

Lo cierto es que la confección de ambas plantillas debería ser un espejo en el que mirarse para el resto de franquicias en reconstrucción, aunque también hay que tener la “suerte” de elegir en el draft a jugadores de la entidad de la base de ambas franquicias. Lo que si es seguro es que se necesita un General Manager muy habilidoso, y cabe destacar que los dos artífices de estas a priori exitosas franquicias tuvieron algún tipo de relación con las oficinas de los San Antonio Spurs y RC Bufford. ¿Casualidad? No way!

La última franquicia de la que quería hablar en esta entrega es de los Kings, porque creo que también guarda ciertas similitudes con las ya comentadas, salvo que su modelo lo podríamos catalogar como “franquicia emergente díscola”, y es que varios de sus integrantes, aunque excepcionales jugadores de baloncesto llamados a marcar diferencias, tienen una sombra que siempre sobrevuela a su alrededor, factor que yo lo interpreto como eso, estrellas díscolas.


Sus pilares de reconstrucción son Tyreke Evans y DeMarcus Cousins, máximos exponentes también de la franquicia y los jugadores llamados a ser la referencia. Es cierto que la reconstrucción de los Kings está mucho menos desarrollada, ellos dos apenas son un sophomore y un rookie, pero quería dejar constancia del paralelismo que puede seguir su historia con el de las dos franquicias comentadas inicialmente. Pueden ser el Roy&Aldridge de los Blazers, aunque mucho tienen que jugar aún, auguro que pueden seguir un camino similar, y la verdad que me gustaría que así fuese, porque el recuerdo de los Kings de inicios de los 2000 siempre estará ahí.
¡Suerte para las tres franquicias emergentes!

2 comentarios:

  1. Ójala Sacramento siga los pasos de alguna de las 2, casi me da igual donde lleguemos, el caso es volver a recuperar sensaciones.

    Hay muchos jóvenes, con Evans y DMC aparte. Greene y Casspi son dos pedazo de aleros, Whiteside tiene un potencial tremendo, JT va a ser un muy buen 6º hombre en cualquier lado, Landry es un seguro de vida en ataque, y los veteranos Udrih, García y Dalembert, siempre aportar cosas necesarias.

    Este año damos guerra.

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, la verdad que en los Kings son con los que menos me he extendido, pero es que ya me he pasado un poco con la longitud de la enrtada. Pero es cierto lo que apuntas, me parece una franquicia en clara progresión, y Petrie es un seguro...

    ResponderEliminar