jueves, 7 de octubre de 2010

Miami Heat

Los Miami Heat tenían una estrategia para este verano, prácticamente todo la plantilla terminaba contrato abriendo un espacio salarial para cumplir un sueño hecho realidad, reunir al mayor Big Three de toda la historia, pero antes de iniciar la temporada se plantean varias incógnitas; ¿El equipo de Wade o de LeBron?, ¿serán capaces de convivir jugadores acostumbrados a que absolutamente todo pase por sus manos?, y por último ¿Planea la sombra de Pat Riley sobre el banquillo de los Heat?

Para responder a estas preguntas no nos queda otra que esperar ya no sólo a que se inicie la temporada, sino que para tener cierta seguridad en sus respuestas la regular season deberá estar muy avanzada, y si lo que queremos es realizar un juicio, la temporada deberá haber finalizado haciendo un balance en perspectiva de lo ofrecido por esta franquicia en varios y diversos planos, desde lo deportivo hasta en las oficinas.

A lo que si podemos dar respuesta es a que esta franquicia a día de hoy no deja a nadie indiferente, se les puede adorar o se les puede odiar, aunque la gran mayoría, entre los que me incluyo, se decanta por la segunda opción. No se entiende como tres jugadores de la envergadura de Wade-James-Bosh hayan renunciado a liderar proyectos decidiendo juntarse, y tal y como ya se ha ido comentando en este blog creando con esa decisión quizás no una cierta tendencia, pero si un anhelo en otras de las grandes estrellas de la NBA.

Pero los Heat no sólo han conseguido estos tres fichajes de relumbrón, sino que les ha dado también para firmar a jugadores que pueden ser muy importantes para ellos y que tendrán un rol destacado, tiradores como Mike Miller, House o James Jones, presencia interior con Illgauskas, Anthony y la renovación de Haslem e incorporaciones de rookies que pueden jugar un papel como Butler o Pittman. Lo cierto es que se me ocurren pocas maneras de emplear mejor el dinero por parte de Pat Riley, que a poco bien que funcione la cosa ganará el premio al GM del año.

Sobre la pista se espera que Wade y James ayuden en la creación, siendo clave el juego desarrollado por Bosh, teniendo que aunar el ser una presencia interior con anotación desde el poste bajo, a la vez que un creador de espacios para las penetraciones de Wade&James, que no son precisamente tiradores de élite. Lo que sí parece meridianamente claro es que absolutamente en cada ataque un jugador de los Heat va a estar libre de marca porque para parar a cualquiera de estos tres los rivales van a tener que realizar dobles marcajes. Pero no es precisamente en la ofensiva donde los Heat quieren poner todo el énfasis, sino en la intensidad defensiva, dónde tienen jugadores muy válidos para desarrollar un gran papel.

¿Grandes favoritos? Aún hay que verlos jugar a tope, de momento Wade estará de baja un par de semanas por una lesión en el primer partido de pretemporada pero si pueden resultar temibles, sólo que en los momentos que la presión apriete está por ver cómo reaccionan en esta nueva situación. Con todo, levantan pasiones, positivas o negativas, pero lo que sí es seguro es que todos querremos verlos jugar, unos deseando su victoria, y otros su derrota.

1 comentario:

  1. gran incognita la verdad, puede salir cualquier cosa, tanto buena como mala

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